Hammer, un martillo semiautomatico.
Hammer es un loco proyecto científico del diseñador de productos Michael David Young.
Diseñado como una alternativa económica a la pistola de clavos, es altamente portátil, no requiere electricidad y ocupa una fracción del espacio.
Los usuarios pueden simplemente precargarlo con una tira de clavos, presionar una vez para cargar, martillar una vez para fijar y continuar clavando.
Cuenta con un mecanismo de avance de clavo que preparará el próxima clavo en línea cuando el usuario esté listo.
Es útil para todos, desde los trabajadores de la construcción hasta los que hacen las cosas por sí mismos, ahorra tiempo y evita golpearse el dedo.
Un diseño de Michael David Young.
Michael David Young es un diseñador independiente de productos y automóviles con 8 años de experiencia trabajando para una diversa lista de clientes.
Empezo a trabajar para la firma consultora Zukun Plan, trabajando para clientes como DirtDevil y Hoover Vacuums, Fischer Price, Power Wheels y muchos otros.
Ahora, como consultor privado, busca proporcionar mi experiencia a un ritmo reducido con una programación más flexible.
Ha trabajado para una variedad de clientes como independiente, incluidos Razor USA LLC, Jim Glickenhaus en SCG, Moultrie, Pro-Models, Airhogs y más.
Hace seis años tuvo la idea de Hammer y simplemente no pudo dejarla hasta concretarla.
Con 11 variaciones funcionales completamente únicas Michael logró que funcionara de manera rentable, fabricable y comercializable.
El mismo diseñador con la ayuda de un abogado escribio la patente y luego se propuso a venderla.
Fiskars mostró gran interés y dijo que era la mejor idea que hubieran tenido, aunque en última instancia era demasiado compleja para su oferta de productos.
Luego fue Craftsman quien le ofreció una gran suma para comprar la idea. Desafortunadamente, fue en el medio de su compañía comprada por Sears, su departamento se redujo drásticamente justo después de nuestro trato inicial, la gente con la que estaba trabajando dejó la empresa, y el acuerdo se desapareció lentamente.
“Al final, la patente ha expirado y la dejo ir. Me alegra haber intentado y tenido éxito de muchas maneras”.
